Las causas de esta enfermedad son:
- Tensión a largo plazo ejercida sobre una articulación y el desgaste natural de las mismas en perros de edad avanzada.
- Traumatismos o antiguas lesiones en perros más jóvenes, dando lugar a cambios estructurales en las articulaciones.
- Desarrollo anormal de una articulación, deformidad congénita o condición articular hereditaria.
- Obesidad, que causa una tensión excesiva en las articulaciones.
Los síntomas más comunes son: cojera o andar de forma anormal, rigidez, negarse a subir escaleras, saltar o correr, dificultad para sentarse y ponerse de pie, falta de interés por jugar u otras actividades que antes le gustaban, lamido alrededor d euna articulación específica, sensibilidad y dolor al tacto (pudiendo incluso gritar o intentar morder en casos graves), cambios en el comportamiento y/o la actitud, dormir más de lo habitual, crujidos y chasquidos al moverse.
Ante cualquier síntoma, siempre se debe acudir al veterinario, quien nos dará un diagnóstico. Una vez realizado el diagnóstico, tu veterinario te comentará las opciones d etratamiento, aunque también podrás hacer cambios en el estilo de vida de tu mascota y su entorno para ayudarle.
Si bien no existe una cura para la osteoartritis, hay distintas formas y productos que ayudan en el tratamieno y manejo de la enfermedad y sus síntomas.
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